…[Cuando
los pacientes] participan más activamente en el proceso de atención médica,
podemos crear un nuevo sistema de salud con servicios de mayor calidad, mejores
resultados, menor coste, menor número de errores médicos, y pacientes más
contentos, más sanos. Tenemos que hacer de esto, el nuevo patrón de oro de calidad
en la atención médica y el principal objetivo de todos nuestros esfuerzos por
mejorar:
No
mejores hospitales.
No
mejores prácticas médicas.
No
sistemas electrónicos médicos sofisticados.
Pacientes
más felices, más sanos.
(Charles
Safran)
A lo
largo de la última década se ha producido un destacado aumento de la
prevalencia
de enfermedades crónicas, lo que ha modificado la manera en que se administra y
se recibe la asistencia.
Las
enfermedades crónicas ocasionan una alta prevalencia y mortalidad, se
caracterizan
por el extenso espacio de tiempo que precisan para establecerse (periodo de
latencia), sus múltiples y posibles causas y por tener un análisis epidemiológico
y de intervención que suele ser común.
Un
enfoque prometedor para mejorar los resultados y reducir los costes sanitarios relacionados
con las enfermedades crónicas es la autogestión
o autocontrol, por la cual las personas, en colaboración con profesionales
sanitarios, asumen una mayor responsabilidad en las decisiones acerca de su
salud.
En el
pasado, prácticamente toda la atención médica y la enseñanza sobre
medicina
la proporcionaban profesionales de la salud, pero hoy en día se reconoce que
muchas de las funciones clínicas y actividades educativas las pueden llevar a cabo
con eficacia los propios pacientes. Así, se está produciendo una reorientación filosófica
inherente a este enfoque, en la que los profesionales de la salud ven su relación
con los pacientes como guías, tutores, mentores, formadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario