Los países desarrollados se han librado, por ahora, del peligro de extensión del Ébola por sus países. Tanto en EEU como en España, los casos secundarios aparecidos tras el tratamiento de los casos importados, han superado la enfermedad, y las personas en contacto con ellos han pasado el periodo de cuarentena sin haber manifestado la enfermedad.
Un gran alivio y una demostración de que la transmisión de la enfermedad requiere un contacto directo con la persona infectada de cierta intensidad. Algo que la hace temible pero a la vez una fuente de esperanza: el aislamiento y el tratamiento seguro de las personas infectadas conseguirá erradicar poco a poco la enfermedad. Y por ello volvemos al inicio de la partida: tratar en origen y ayudar a los países afectados a erradicar la enfermedad es la única manera de superar para "todo el mundo" este terrible brote.
Todas las ONG que trabajan en la zona han criticado la lenta respuesta internacional y la poca ayuda institucional para erradicar la enfermedad
La clave de la enfermedad sigue estando en África. Apoyar el trabajo local es más necesario que nunca. Olvidarnos del problema porque en este momento no sea una amenaza directa para nosotros es muy insolidario.
EL SUPOSITORIO
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