¿Estamos abúlicos o
resignados?
Sorprende que la reacción de los
ciudadanos y de sus medios de comunicación no sea proporcionada con el
alarmante deterioro de la sanidad salmantina. Recordemos aquellos tiempos en
que el sistema de salud español servía de referencia al presidente Obama para
su reforma sanitaria. Desde 2010, con la excusa de la crisis económica, la
pérdida de la universalidad, de la accesibilidad y los recortes indiscriminados
han hecho caer la valoración del sistema sanitario español desde el puesto
séptimo en el ranking mundial (cifras OMS) al noveno en 2015, en Europa
(Health Consumer Powerhouse) ocupamos el puesto 19 de 35 países, además de ser
el cuarto peor país en la accesibilidad a la atención especializada por las
abultadas demoras y listas de espera.
En
nuestra provincia no tenemos más que recurrir a las cifras oficiales del SACYL
para ver la evolución: en 2009 el Complejo Hospitalario se encontraba el número
cuatro en el TOP de los mejores hospitales de referencia españoles, detrás de
catalanes como el Clinic de Barcelona, y en 2016 ni siquiera aparece.
En
2009 había 3.128 pacientes en lista de espera para intervención quirúrgica y la
demora media era de 68 días. Hoy es el doble
En 2009 había 3.128 pacientes en lista de espera para
intervención quirúrgica y la demora media era de 68 días, en marzo de
2016 se duplica la cifra a 6.435 en el primer caso y 119 días en el segundo. A
esto añadimos la falta de transparencia en las listas de espera, cuando un
usuario acude a pedir una cita nunca sabe cuánto tendrá que esperar.
En
2008, tras un retraso en el inicio, comienzan las obras del nuevo hospital con
fecha de finalización de 72 meses pero se paralizan del 2010 al 2014 y en la
actualidad se supone que deberían acabar (si se consiguen préstamos) en 2020
(doce años después y con un retraso de seis).
Sin
embargo las quejas por el deterioro de las instalaciones y de las listas de
espera no se dirigen a los estamentos adecuados, los que los reciben son los
que están en la primera línea de atención : sanitarios y administrativos que
son otras víctimas del sistema.
Esperanza González Marín
Asociación para la Defensa de la Sanidad
Pública
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