...
se iban a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y la realidad es...
... que queda mucho
por avanzar, en algunos casos casi todo. No terminan de resquebrajarse los pilares
del edificio de la injusticia, tan endebles moralmente, pero tan difíciles de
demoler. El egoísmo los tiene bien amarrados a la tierra.
El objetivo 1, erradicar la pobreza y el hambre,
parece haber mejorado si se atiende al parámetro marcado por la ONU, subsistir
con 1,25 dólares diarios. La mitad de los que tenían menos ahora tienen más, ya
no viven en la pobreza extrema sino en la pobreza menos extrema. Muchos han
muerto por el camino. Que China engorde la "mejora" no debiera
descentrar el incumplimiento del propósito.
El objetivo 2, lograr la enseñanza primaria universal,
contempla un aumento en el inicio del proceso pero no en la culminación. Unos
sesenta millones de niños en edad escolar no van a clase en el mundo. El
objetivo 3, promover la
igualdad de género y empoderamiento de la mujer, no
puede darse por cumplido porque haya más parlamentarias.
El objetivo 4, reducir la mortalidad de los niños menores de
cinco años, sigue lastrado por las aterradoras cifras de
desnutrición en el África subsahariana o amplias regiones de Asia.
El objetivo
5, mejorar la salud materna,
tampoco puede justificar esa extraña relación entre aborto y "salud
reproductiva", que matar a un ser humano de saludable nada tiene.
El
objetivo 6, combatir el
VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, nos hace
preguntarnos por la dificultad de tantos miles de personas para acceder a
vacunas, antirretrovirales o higiene básica.
Aunque suenan a utopía, el objetivo 7, garantizar la sostenibilidad del medio
ambiente, y el 8, fomentar
una alianza mundial para el desarrollo, serían el paso
previo para asumir con alguna expectativa de éxito los anteriores. Si sólo unos
pocos países destinan el 0,7% de su PIB para ayuda al desarrollo, si las
guerras que asolan el mundo apenas son noticia unas pocas semanas aunque el
fuego siga, y si para millones de personas, como tú y como yo, abrir un grifo y
que salga agua potable todavía es un sueño imposible, va siendo hora de ser
objetivos y ponernos serios con los susodichos. Resulta que hay países que
durante toda su historia y personas que durante toda su vida siempre han estado
en crisis y nunca han vislumbrado una remota posibilidad de salir de ella.
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